La gente que nos rodea nos inspira y motiva. Por esa gente vuelvo a escribir y compartir.
Siempre escuché historias del pollo al disco pero nunca lo dimensioné, lo vi hacer, ni creo haberlo comido. Pero hace un par de semanas la encontré a la genia de Dolli en el Gourmet haciendo uno de estos. Porqué no? Animarse está bien.
Todo estaba dado; el clima: 15 grados y sol; el lugar: Salto R.O.U. pleno campo; mi gente: amigos y Silvita; materia prima: pollo de campo y huerta; todo perfecto. Ah me olvidaba, el día anterior a un caballo se le ocurrió tirarme al piso, las termas me aflojaron todo el cuerpo con sus 40° grados y las ganas de dedicarle tiempo a la cocina el domingo me sobraban. Todo seguía siendo perfecto.
Por eso con leña de eucalipto, brasas del hogar y un noble disco de hierro levanté un fuego que permitió primero dorar las cebollas (cortadas en 1/4) con un pan de manteca y un poco de aceite de maíz; del lado de la grasa del pollo todo empezó a crujir. No me dejaron agregar cabezas de ajo, hubiesen quedado perfectas. Al rato de hacer sufrir al pollo, vino blanco sería ideal pero había champagne y no quedó nada mal.
Creo que le gustó a todos, pero a mi me gustó mucho más hacerlo, por todo esto gracias Negro!
Siempre escuché historias del pollo al disco pero nunca lo dimensioné, lo vi hacer, ni creo haberlo comido. Pero hace un par de semanas la encontré a la genia de Dolli en el Gourmet haciendo uno de estos. Porqué no? Animarse está bien.
Todo estaba dado; el clima: 15 grados y sol; el lugar: Salto R.O.U. pleno campo; mi gente: amigos y Silvita; materia prima: pollo de campo y huerta; todo perfecto. Ah me olvidaba, el día anterior a un caballo se le ocurrió tirarme al piso, las termas me aflojaron todo el cuerpo con sus 40° grados y las ganas de dedicarle tiempo a la cocina el domingo me sobraban. Todo seguía siendo perfecto.
Por eso con leña de eucalipto, brasas del hogar y un noble disco de hierro levanté un fuego que permitió primero dorar las cebollas (cortadas en 1/4) con un pan de manteca y un poco de aceite de maíz; del lado de la grasa del pollo todo empezó a crujir. No me dejaron agregar cabezas de ajo, hubiesen quedado perfectas. Al rato de hacer sufrir al pollo, vino blanco sería ideal pero había champagne y no quedó nada mal.
Creo que le gustó a todos, pero a mi me gustó mucho más hacerlo, por todo esto gracias Negro!