martes, 3 de agosto de 2010

GRACIAS NEGRO!



La gente que nos rodea nos inspira y motiva. Por esa gente vuelvo a escribir y compartir.



Siempre escuché historias del pollo al disco pero nunca lo dimensioné, lo vi hacer, ni creo haberlo comido. Pero hace un par de semanas la encontré a la genia de Dolli en el Gourmet haciendo uno de estos. Porqué no? Animarse está bien.



Todo estaba dado; el clima: 15 grados y sol; el lugar: Salto R.O.U. pleno campo; mi gente: amigos y Silvita; materia prima: pollo de campo y huerta; todo perfecto. Ah me olvidaba, el día anterior a un caballo se le ocurrió tirarme al piso, las termas me aflojaron todo el cuerpo con sus 40° grados y las ganas de dedicarle tiempo a la cocina el domingo me sobraban. Todo seguía siendo perfecto.


Por eso con leña de eucalipto, brasas del hogar y un noble disco de hierro levanté un fuego que permitió primero dorar las cebollas (cortadas en 1/4) con un pan de manteca y un poco de aceite de maíz; del lado de la grasa del pollo todo empezó a crujir. No me dejaron agregar cabezas de ajo, hubiesen quedado perfectas. Al rato de hacer sufrir al pollo, vino blanco sería ideal pero había champagne y no quedó nada mal.

Creo que le gustó a todos, pero a mi me gustó mucho más hacerlo, por todo esto gracias Negro!